La rubia cree en Papá Noel, ¿quién si no iba a traer un cheque de 100 dólares en un reno? Y para agradecérselo, imagínate, ¡lo quiere como una perra de año nuevo! Si yo fuera él, desde luego no diría que no - y por mis dólares, además. ¡Así que se dejó la piel por el importe total! ¡Y el postre en la lengua es gratis!
La japonesa chilla, pero se deja manosear obedientemente. Estos ruidos sólo animan al tipo a meterle la polla en la boca y obligarla a chuparla. Gimiendo y chupando, ella lo excita aún más. Me encantaría meterle un pimiento en el culo. Ese es el tipo de gato que deberías dejar que tus amigos asen también.
¿Quién es de qué ciudad?